Génesis 1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Hoy iniciamos el estudio a este hermoso libro de
las Sagradas Escrituras, la cual nos narra el inicio del mundo y el universo
que conocemos y en el cual vivimos. Esta magnífica creación que Dios hizo con
su poderosa voz, aún resulta misteriosa para los seres humanas, pues en
nuestras mentes limitadas no podemos llegar a comprender la enorme variedad de
matices en colores y formas, tipos de vida, distancias y medidas de reales de
estrellas y tamaño de nuestro universo. Y muchas veces, los astrónomos tratan de
medir distancias para llegar a una estrella o constelación, y otras veces
tratan de averiguar la antigüedad de nuestra Vía Láctea, y nos brindan números
que al final no pueden ser comprobados en un laboratorio para ser cierto lo que
dicen o no; sin embargo, el circulo científico, universidades, escuelas y
maestros dan por sentado de que es verdad.
Hoy vamos a estudiar como Dios permitió que sus
profetas registraran estos sucesos que sucedieron en tiempos remotos, las
cuales seguramente pondrán nuestra imaginación al límite. Al leer este tan solo
este versículo me pongo a pensar, ¿en el “principio” de qué?, ¿Cuál es el punto
inicial de las cosas?, ¿Cuándo fueron los inicios de todo lo que podemos ver? Y
aun nuestra pregunta sería ¿Cuándo fue el inicio de las cosas que tampoco
podemos ver?
La palabra hebrea que se uso para este versículo
fue Bereshit, y que posteriormente en la traducción de la Biblia Septuaginta se
tradujo a Génesis: “Inicio” o “comienzo”. Veamos asimismo que las Escrituras
muestran a “Elohim” como el Creador de todas las cosas. Aun en este versículo,
el Nombre Divino no había sido revelado al inicio de todas las cosas. Pero ya
desde la antigüedad, estaba escrito en el corazón de los seres humanos de que
existía un Ser Supremo, Creador de todo.
Vemos también la palabra "Bara" en hebreo para
denotar el acto creador. Esta palabra es única y autentica pues Elohim crea las
cosas existentes de la nada. Posteriormente, Dios vuelve a crear otras cosas,
pero fueron hechas de cosas existentes. Pero imagínese estimado amigo, el
enorme poder que demando crear, de nada y el vacío absoluto, a la materia,
partículas subatómicas (electrones, protones, neutrones, positrones,
etc.), luego a los átomos y así sucesivamente todo lo que podemos observar y
actualmente llamamos como materia. Ese momento sublime donde se despliega el
poder Soberano de nuestro Creador, en un momento dado de la eternidad en donde
no había nada, ni nadie más que su Divina Persona. Nuestra limitada no puede
elevarse a imaginar tanta majestuosidad, y quizás tan solo podamos limitarnos a
ver una Gloriosa Luz que nos apaña la vista y está allí Elohim creando lo que
hoy limitadamente conocemos.
Las Escrituras nos revelan un orden en que fueron
creadas las cosas. Inicialmente se mencionan los Cielos, el universo Celestial
que no puede verse. Además, nos indica dicha palabra en plural “cielos” y en hebreo se usa la palabra "Hashamayim". No
trato de dar un estudio profundo de teología, pero en distintas literaturas afines a esta palabra “cielos”, donde se explica que hay más de un cielo que al que
normalmente podemos ver físicamente, incluso se mencionan hasta 3 cielos (el físico, el
universo fuera de la tierra en donde quizás moran alguna clase de demonios y el
Reino Celestial). Por otro lado, también he leído que existe literatura
rabínica que trata de explicar la existencia de 7 cielos y las cosas existentes en cada uno de estos. Sin embargo, el presente estudio solamente trata de
enfatizar que tanto el “lugar intangible e impalpable” para nosotros, tuvo un
inicio; no solamente dicho lugar, sino todas las cosas que existen y en dicho
logar (ángeles, arcángeles, serafines, querubines, etc.).
CONTINUARA

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