Durante mis años de
vida he observado a muchas personas con distintas personalidades y distintos ánimos.
Sea cual sea el tipoi de persona, muchos han podido llegar a alcanzar por sus “propios
medios” lo que han querido. Pero también se puede ver muchas personas personas
con sobrepeso diciendo “mañana comienzo mi dieta” pero en realidad nunca lo
hacen. Otros dicen: “mañana iré al gimnasio”, pero al igual ni siquiera se
toman la molestia de pedir informes para matricularse en el gimnasio u otros
que si se matriculan, pero no asisten a sus rutinas de ejercicios.
En la carta de
Santiago podemos ver resumido a este tipo de personas llamadas “hombre de doble
ánimo” y siendo honestos muchas veces me incluyo en este grupo. Esto se debe a
quue es inherente al ser humano, dejarse llevar por lo fácil, ya que el tomar
una decisión y permanecer constante en ella implica luchar todos los días hasta
llegar a nuestro objetivo.
Es cierto, que este versículo
está íntimamente relacionado a uno anterior a este (Santiago 1:7) donde
Santiago insta a que nuestras peticiones a Dios las hagamos con fe absoluta,
sin ninguna pizca de duda, porque la duda echa a perder todos nuestros actos de
fe. Ahora en este versículo, nos revela que la clave para tener una fe a prueba
de balas es la perseverancia. La traducción Peshitta de la Biblia dice “siendo
vacilante en su forma de pensar y desordenado en todos sus caminos”. Creo que
muchas veces nuestras fotos aparecerían al lado de este versículo ¿Cuántas veces
hemos dudado de las cosas que hacemos? Varias veces seguramente, pero ¿Qué es
lo que nos infunde la duda a todos los seres humanos?, bueno los psicólogos dicen
que hay varios factures como el desconocimiento al futuro, al rechazo, falta de
una alternativa de solución a nuestros problemas, etc.
Al respecto, hay una
solución a todas nuestras dudas: Dios es nuestra luz, salvación y fortaleza a
nuestras vidas ¿De qué o quién nos podemos atemorizar? Esta frase la acuño por
primera vez un pastor de ovejas que huía de un rey y su ejército, quienes tenían
la intención de matarlo a toda costa. Esta frase podrá leerla en Salmos 27:1;
le aseguro si Ud. tiene plena confianza en un Dios Todopoderoso que lo protege,
no habrá ninguna persona o cosa creada que pueda atemorizarlo. Jehová de los ejércitos
esta de su lado cuidándole de toda adversidad, entonces no tenga miedo. Tengamos
fe a ciegas a Dios todos los días de nuestra vida y seamos constantes. No es
una opción tener fe algunos días y otro no, porque la vida es como una guerra
despiadada y el único objetivo del enemigo es alejarle de Dios y del cielo.
Lo único que tiene
que hacer es pedirle con todo su corazón que entre en su vida, acéptele a Dios como
dueño y amo suyo. No importa lo que usted haya hecho, porque, aunque sus
delitos sean grandes y rojos como el carmesí vendrán a ser como la nieve. Cambie
su estilo de vida y no sea desobediente nunca más. Y adelantes soldados,
adelantes huestes de la fe. Sin temor alguno que Jesús nos ve.


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